Cuidar y preservar la madre tierra es responsabilidad de todos y todas, a través de diferentes acciones podemos hacer el cambio y legar un mejor futuro a nuestros consecuentes, esa es la meta de sensibilización para este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
Esta fecha es propicia para centrar nuestras metas en el cuido y restauración de los hábitats naturales, esto de la mano de buenas prácticas relacionadas con la gestión y protección de cuencas y microcuencas, reservas forestales y áreas protegidas.
En Nicaragua a través del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, se ha procurado contrarrestar los niveles de contaminación y deterioro del medio ambiente, tomando acciones que garanticen el cuido y preservación de éste, entre las acciones sobresalen, campañas nacionales de sensibilización y reforestación, planes de siembra para productores de nuestras comunidades, logrando así una mejor cosecha mediante la implementación de nuevas tecnologías y practicas sostenibles.
A través de instituciones como el Instituto Nacional Fotrestal (INAFOR) y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) se desarrollan dichas acciones, una de las más importantes, la Campaña de Protección y Restauración de la Naturaleza “Verde que te quiero verde”, dónde se plantaron 6 millones de plantas en todo el territorio nacional, mismas que ayudarán a conservar nuestras riquezas naturales en ambientes saludables y atractivos.
A esta campaña nacional se sumó la UNAN León promoviendo acciones como: conformación de brigadas ambientales, jornadas de embellecimiento, mantenimiento de áreas verde, jornadas de reforestación y reciclaje, manejo y mantenimiento adecuado de viveros y huertos, capacitaciones y conferencias ambientales, elaboración de productos comunicacionales para fortalecer las aulas verdes y el concurso “Mi recinto más verde, más limpio”.
Todas las acciones encaminadas al mismo objetivo, cuidar, preservar y restaurar nuestro medio ambiente, también haciendo efectiva su responsabilidad social con todos los y las nicaragüenses, una responsabilidad que responde al Plan de Desarrollo Humano Sostenible ejecutado en Nicaragua por parte de un gobierno revolucionario que persiste en la lucha de garantizar una vida digna, sana y sostenible para todos y todas.