Cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) tomó el poder en 1979, Nicaragua se encontraba sumido en una profunda oscuridad, caracterizada por la ignorancia, la pobreza y la desesperanza, esto como secuela del control autoritario y represivo que por décadas mantuvo el gobierno somocista, marcando al país en una desigualdad abrumadora, donde la mayoría de la población carecía de acceso a servicios básicos como la educación y la salud, y donde el analfabetismo era una realidad cotidiana para cientos de miles.
Ante esta realidad, el FSLN se propuso como una de sus metas primordiales erradicar este problema, llevando la luz del conocimiento a los rincones más olvidados de la nación, inspirados por el pensamiento y legado del comandante Carlos Fonseca Amador, quien durante la lucha revolucionaria instó a sus compañeros a no solo combatir con las armas, sino también a “¡enseñarles a leer!”.
El FSLN vio en la alfabetización una herramienta esencial para la transformación social y política del país. Así, se emprendió un camino que marcaría un antes y un después en la historia de Nicaragua: Gran Cruzada Nacional de Alfabetización “Héroes y Mártires por la liberación de Nicaragua”
Esta odisea transformadora fue posible gracias a la participación de 95,582 colaboradores, quienes, dejando de lado sus ocupaciones habituales, se sumaron a la causa con un compromiso inquebrantable. Entre ellos se contaban estudiantes, maestros, trabajadores de la salud, asesores pedagógicos, conductores, oficinistas y amas de casa, quienes llegaron a las comunidades mas remotas llevando en sus manos el poder de la palabra escrita.
El impacto de esta cruzada fue extraordinario, logrando enseñar a leer y a escribir a 406,056 nicaragüenses, reduciendo la tasa de analfabetismo de un alarmante 50.35% a un 12.96%, un logro que transformó la vida de miles de personas y sembró las bases para una Nicaragua más consciente de su realidad y defender sus derechos.
La Gran Cruzada Nacional de Alfabetización “Héroes y Mártires por la liberación de Nicaragua”, se convirtió así en un emblema de la lucha sandinista por la justicia social y la equidad, demostrando que la educación es una de las armas más poderosas para combatir la opresión y la pobreza.
Hoy, 44 años del cierre de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización “Héroes y Mártires por la liberación de Nicaragua”, seguimos recordando esta monumental hazaña como uno de los capítulos más luminosos en la historia de Nicaragua, símbolo eterno que en esencia nos revela que en cada letra trazada y en cada mente iluminada, se encuentra el auténtico espíritu de la revolución, como un ejemplo de lo que un pueblo puede lograr cuando se une con un propósito común y una visión de futuro.
