“Colocado en el tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo, y les digo que tengan la certeza de que la semilla que entregamos a la conciencia de miles no podrá ser cegada definitivamente”- Salvador Allende.
La historia de Salvador Guillermo Allende Gossens, es prueba de la lucha tenaz por la democracia en América Latina. A lo largo del tiempo, este líder carismático se convirtió en un símbolo de esperanza en momentos de inestabilidad política y retos colosales, emergiendo como un as de la democracia, brindando su vida y su carrera política a la defensa de los valores fundamentales de libertad, justicia y participación ciudadana.
Nace el 26 de junio de 1908 en Santiago-Chile, proveniente de una familia de clase media, siendo sus padres Salvador Allende Castro y Laura Gossens Uribe.
En 1926, realizó el servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar, ingresando ese mismo año a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, mostrando su vocación por el servicio público y el bien común de todos y todas. Y es en esa misma etapa universitaria que se convierte en presidente del centro de Estudiantes de Medicina y de la Federación de Estudiantes, época en la que demostró su compromiso innegable por la lucha y el respeto a los derechos de universitarios.
En 1933 se graduó de médico cirujano, sobresaliendo en su promedio gracias al valor investigativo de su tesis titulada “Higiene mental y delincuencia”. Posterior a esto se funda el Partido Socialista de Chile, y Allende siendo un joven revolucionario con tan solo 25 años, se convierte en su secretario regional.
Antes de cumplir 30 años fue elegido diputado por Valparaíso y Quillota. Participó activamente en la fundación del Frente Popular y fue nombrado Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social. En 1945 fue elegido senador y se mantuvo en este cargo hasta 1970. Cuatro veces fue candidato a la Presidencia de la República, representando a una alianza cuya base la conformaban los partidos socialista y comunista, por lo cual gana la elección presidencial con el porcentaje más alto el 3 de septiembre de 1970.
Lastimosamente este mártir defensor de los ideales de justicia social cae el 11 de septiembre de 1973, tras una acción militar a manos de avaros genocidas que buscaban acabar con la paz y avance democrático que Allende había formado durante su buen mandato.
Allende en su periodo de gobierno, marcó el comienzo de una nueva era en la política de América Latina. Este líder se alzó con la promesa de un futuro en el que todos los ciudadanos pudieran tener voz y voto en la toma de decisiones que afectaban sus vidas. A pesar de los desafíos abrumadores que enfrentó, desde oposición política hasta amenazas a su propia seguridad, nunca vaciló en su compromiso de llevar adelante la causa democrática.
El General Augusto C. Sandino al igual que Allende, compartían la ideología de que la soberanía de un pueblo no se discute, sino que se defiende con las armas en la mano y fue ese mismo pensamiento que ha marcado muestra independencia y nuestra soberanía, luchando contra las intervenciones de países que han intentado robar la paz y el progreso. Hoy por hoy, estos dos valientes hombres viven en el alma de cada pueblo con los ideales de amor y lucha por mantener y preservar nuestra identidad.
