Hoy, 27 de agosto, es una fecha que resuena en cada rincón de nuestra amada nicaragua, y es así como conmemoramos el paso a la inmortalidad de los valientes guerreros comprometidos con la causa sandinista, quienes cayeron en combate hace 57 años durante la heroica Gesta Histórica de Pancasán.
En el sagrado suelo de Pancasán, la naturaleza misma pareció detenerse en un solemne silencio, mientras los héroes sandinistas ofrecían el máximo sacrificio en su lucha por la libertad de Nicaragua, bajo el valiente liderazgo del comandante Silvio Mayorga Delgado, Rigoberto Cruz, conocido como “Pablo Úbeda”; Francisco Moreno, hijo de Managua; Otto Casco; Fausto García; Carlos Reyna, también managüense; Ernesto Fernández de Masaya; Óscar Danilo Rosales; Carlos Tinoco de Corinto; y Nicolás Sánchez, entre otros guerrilleros, enfrentaron desafíos monumentales con una tenacidad y un coraje que desafiaron todas las adversidades.
En medio del conflicto, cada paso que daban en ese terreno inhóspito se convertía en un testimonio de su fervor por la causa. El comandante Silvio Mayorga Delgado, con su visión estratégica y su inquebrantable espíritu, guiaba a sus compañeros en una batalla que parecía desmedida, pero que estaba impregnada de un profundo sentido de justicia y esperanza.
En ese rincón de la tierra, donde la lucha alcanzó su máximo apogeo, los sacrificios de estos valientes guerreros se grabaron para siempre en la memoria colectiva de la nación, convirtiéndose en un símbolo eterno de la tenacidad y el espíritu indomable de aquellos que entregaron todo por la libertad.
Este acto de heroísmo no solo marcó un momento crucial en la historia de Nicaragua, sino que también representó el inicio de una nueva y decisiva etapa en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), cimentando el camino hacia la derrota del régimen somocista y la construcción de un futuro libre y justo para Nicaragua.
Con la sangre de estos héroes y mártires, el FSLN asumió el desafío de intensificar su lucha contra la dictadura somocista, adoptando una estrategia de confrontación directa y sin tregua, donde la resistencia armada se convirtió en la única vía para alcanzar la liberación nacional, levantándose el pueblo en armas y conduciendo a la insurrección y al Glorioso Triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
Y con estas estrofas de historia y coraje, alzamos nuestras voces en tributo a estos heroicos guerreros:
Hay un clamor que viene de la montaña
hay clamor que se oye al amanecer
que dice así: Revolución, Revolución,
En Pancasán la brisa te está llamando
y en la ciudad ya viene quebrando el sol,
que dice así: Revolución, Revolución,
